✨ Realidad Radical Y Sustancia Líquida



Definir a la época en la que se vive actualmente es una cuestión que muchos autores buscan abordar desde diferentes áreas como la economía, la historiografía, la filosofía, etc., queriendo encontrar la esencia de la realidad en los fenómenos que se presentan como hitos y premisas ante quien busca definir un momento en la vida del humano, tarea titánica por no decir imposible tomando en cuenta cuestiones básicas como es la cuestión de denominar al presente desde el presente, de autodefinirse mientras se está siendo…

La construcción de un determinado paradigma en la historia del ser humano, se genera a partir de un complejo sistema de creencias, que unidas forman algo a lo que Ortega y Gasset llama dogma social, debido a que estas creencias en la sociedad, en determinado momento dejan de ser pensadas de manera lógica y pasan a ser fe viva, situando al ser humano en una realidad que no puede ser manipulada por individuos, más si por acontecimientos que generen crisis de creencia o crisis de paradigma. En este contexto se inserta la ciencia y la razón física, entendiéndolas hoy como parte de la fe inerte del paradigma moderno, debido al desgaste que se generó buscando las respuestas de la humanidad en fenómenos “reducidos a repertorios de instintos y facultades que serían meros hechos brutos” (Ortega & Gasset), sin conseguir así, responder satisfactoriamente a cuestiones trascendentales de la humanidad, sin poder entender que la sustancia de lo humano se radica en el cambio, en lo mutable, insiste así en representar lo humano en cuestiones ligadas a la naturaleza y al ser, a lo estático;  no pudiendo ver así la importancia que cobra la razón narrativa que se encarna en la historia como ciencia que narra el acontecer programático de la vida del humano (lo único que tiene el humano de ser), ciencia que por lo demás explica los fenómenos humanos mediante historias (con sus respectivas interpretaciones, dependiendo del paradigma), entendiendo que “el pasado se va haciendo un ser en la serie dialéctica de sus experiencias”


Tomando lo relatado hasta el momento se entiende que definir a la realidad radical del periodo en el que vivimos actualmente es algo que solo se podría hacer parcialmente, debido a que la historiografía, por muy objetiva que pretenda ser, solo relata acontecimientos de manera parcial, interpretativamente. El modelo estructural de la sociedad sigue siendo capitalismo desde el comienzo de la modernidad, hablando en términos económicos, claro, un capitalismo con tintes neoliberales si se pretende estudiar la superestructura económica. Las corrientes filosóficas y sociológicas aún no llegan a un consenso en torno al periodo, tomando las premisas antes mencionadas (históricas y económicas), algunas corrientes se refieren al periodo contemporáneo ocupando el concepto Posmodernidad (corrientes que por cierto no toman en cuenta que un cambio de paradigma en la realidad radical va de la mano con un cambio en la economía global) y claro, podemos hablar de posmodernidad, pero sería más apropiado utilizar este término en fenómenos como las Artes y la literatura, por lo antes mencionado el autor Zygmunt Bauman se refiere a este periodo como modernidad liquida, entendiéndola como aquella propiedad que otorgan los líquidos de adaptarse, así como lo hace el capitalismo, sin cambiar su esencia elemental, preserva y adapta. Define tal noción de la realidad como un periodo de desregulación y liberalización del mercado global. Da cuenta de la precariedad de los vínculos en una sociedad, que define el, individualista y privatizada, marcada por fenómenos transitorios y volátiles en las relaciones humanas. El amor flotante, sin rostro, desatado en la web surfea en los mares cambiantes e inseguros de una sociedad imprevisible, en la decadencia de los estados de bienestarEsta definición es bastante más acorde para definir al paradigma hegemónico, entendiendo el carácter adaptable y no estático de la sustancia humana, el cambio. Así como las ciencias humanistas definen periodos del humano en torno a fenómenos históricos, estos se presentan ante las ciencias como tales debido a que es la historia, pero no del perro o el gato, sino que la historia de la humanidad, poniendo sobre el tapete una dificultad extra al historiador o filósofo, tener que identificar al periodo dentro del mismo quehacer humano, no pudiendo vislumbrar un horizonte en esta tarea debido al corto rango espectral de visión en la historiografía. Se puede mirar hacia el pasado, no así hacia el futuro.


De esta manera se concluye que la realidad radical posee elementos que si bien pueden ser identificados por si solos, esta realidad no puede ser definible totalmente debido a la sustancia mutable del sujeto que estudia la historia, lo humano.


Bibliografía
Bauman, Z. (2005). Modernidad Liquida. Argentina: Fondo de Cultura Económica.
Ortega, & Gasset. (s.f.). Historia Como Sistema.

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