✨ Valparaíso como síntoma de la decadente situación del Patrimonio en Chile

Luis Fuentes - Felipe Henriquez

Sin memoria, el sujeto se hunde, vive únicamente en el instante, pierde sus capacidades conceptuales y cognitivas. Su identidad se desvanece. Borrar el nombre de una persona de su memoria es negar su existencia misma; reencontrar el nombre de una víctima es sacarla del olvido, hacerla renacer y reconocerla devolviéndole un rostro, una identidad. (Candau, 1998, p.202)




Memoria y patrimonio documental son conceptos ampliamente revisados en el mundo de las ciencias sociales. Recientemente, en el caso de Chile, se ha comenzado a entender la importancia que tiene la preservación de dicha información, desde la óptica de las ciencias de la documentación; sin embargo, el desconocimiento que se tuvo de la importancia intrínseca del patrimonio documental, hasta hace unas pocas décadas, generó la pérdida de muchos archivos, documentos, libros y relatos que, al no ser puestos en valor omitieron una parte importante de la memoria colectiva del país.

Desde la perspectiva de las ciencias de la información, específicamente la bibliotecología y la archivística, se ha hecho énfasis en que el libre acceso a la información constituye un pilar fundamental para la construcción de una democracia informada en las diferentes naciones (López López, 2010), esta democracia solo se puede fundar sobre una disposición legal que facilite el acceso a determinados datos, información y conocimiento de las instituciones, empresas privadas, ONG’s, entre otros, cuestión que puede verse reflejada en la citada ley 20.285 (ley de transparencia), creada el 2008, la cual establece disposiciones para el acceso a información pública con un marco legal que facilita la recuperación de dicha información. A pesar de la existencia de la mencionada ley, en Chile aún no se le da el valor necesario a la preservación documental, (por la falta de una ley de archivos), por lo que aún muchos documentos se están extraviando y con ello parte de una historia nacional no contada.

El fin esencial de los archivos es conservar y servir los documentos que son pruebas, testimonios e informaciones, constituyen la memoria de los pueblos, apoyan la gestión de la actividad del hombre, promueven el conocimiento de la diversidad cultural, la comprensión de los procesos históricos y la construcción de la identidad colectiva. Adquieren un valor cultural y social de incalculables beneficios para la investigación. Son importantes por la exclusividad de los documentos contenidos en ellos a diferencia de otros sistemas y servicios de información. Esa exclusividad los hace singulares. (Samudio, 2002)

La falta de políticas públicas en Chile que regulen el manejo de archivos y documentos patrimoniales como una ley de archivos, dificultan la conservación de la memoria y la identidad tanto para los profesionales que trabajan con esta información como para las instituciones públicas y privadas. Actualmente solo el decreto con fuerza de ley 5.200 de 1.929 establece un marco mínimo regulatorio para la archivística nacional, sumado a un manual de “Directrices para la organización documental” elaborado el 2012 por el Archivo Nacional.

El patrimonio documental es una construcción socio-cultural, pues está asociada a la percepción del paso del tiempo y de la necesidad de retenerlo materialmente a través de documentos que fijan y registran acontecimientos del pasado que necesitan ser recordados por la significación social que disponen. Son precisamente en estas construcciones socioculturales en las que se basan y sustenta y se construye y se reconstruye la Memoria Colectiva y con ella la identidad cultural. Es en todo ese escenario donde intervienen las Ciencias de la Información dándole tratamiento a mencionadas construcciones socioculturales en forma de documentos. (Dorado Santana & Hernández Galán, 2015)
En aquel enorme esfuerzo por el resguardo del patrimonio del mundo, la UNESCO ha preparado una serie de directrices y definiciones teóricas sobre el patrimonio documental y su salvaguarda, dentro de su programa “Memoria del Mundo”, en la cual menciona, que el patrimonio documental comprende objetos que son: “Movibles, consistentes en signos/códigos, sonidos y/o imágenes, conservables (los soportes son elementos inertes), reproducibles y trasladables, el fruto de un proceso de documentación deliberado.” (UNESCO, 2002, p. 6-7).

El resguardo del patrimonio histórico cultural, tangible e intangible de una comunidad de un pueblo o región, y la conservación de su memoria, constituyen una cuestión de central importancia; no podemos saber quiénes somos si no sabemos quiénes hemos sido, cómo llegamos a ser lo que somos como pueblo. En tal sentido los archivos ocupan un lugar fundamental en la vida de una sociedad; ellos son los encargados de resguardar y conservar la memoria de las acciones de las instituciones estatales y de la sociedad civil. (Roggio & Maldonado, 2012)

Gran parte de la memoria colectiva se ha perdido y se sigue perdiendo por no contar con un protocolo estándar para las instituciones públicas y privadas que pongan en valor la labor de preservación documental, privilegiando en gran medida solo la preservación de bienes muebles como pinturas, libros e instrumentos de ciencias como de patrimonio arquitectónico (de manera superficial). Parte de esta perdida se ha registrado en la localidad de Valparaíso en la destrucción de diferentes colecciones invaluables de patrimonio y documentación en atentados políticos contra la cultura y mediante desastres naturales como incendios y terremotos que han arremetido a la zona.

En 1891 al finalizar las batallas de Concón y Placilla se producen disturbios en Valparaíso y parte de las fuerzas armadas tomaron el liceo Valparaíso (del cual el filántropo Eduardo de la Barra era rector), destrozando gran parte del patrimonio documental existente en tal liceo y en el hogar de don Eduardo de la Barra, el cual se ubicó en Colón #2128 (Castagneto, 2006, pág. 6) (frence a su liceo). A continuación se cita parte del capítulo “Post-Scriptum” ubicado en el libro Versificación Castellana (1891) en el cual se relata lo ocurrido en puño y letra de Eduardo de la Barra: 
Con mis notas, manuscritos y borradores, fuéronse también mis libros de consulta, prolijamente anotados; un tomo inédito de Poesías líricas preparado para darlo
á la estampa; otro, de mis antiguas poesías recopiladas con trabajo y corregidas, unas anotaciones de álgebra, que formaban un texto casi completo, y algunas apuntaciones sobre temblores.
Me aseguran que muchos de esos papeles fueron quemados en el patio de mi casa por orden del comandante del batallón revolucionario Iquique, quien se había allí instalado con sus oficiales por disposición de la Intendencia.
   Al mismo tiempo que los oficiales del Iquique desbalijaban mi casa y destruían mis papeles, sin el menor miramiento por el derecho de propiedad, que eso era un grano de anís donde asesinar era un juego, otros de aquellos conquistadores vándalos, no sé si lanceros ó carabineros, caían sobre el Liceo, y saqueaban el gran gabinete de Física que fué destruido, el de Bacteriología que era un lujo, el Meteorológico, dotado de excelentes instrumentos, el laboratorio de Química, las salas de Historia Natural, Cosmografía y Mineralogía, la Biblioteca, el Archivo, y sobre todo el Museo de Historia Natural y Etnografía, el cual yo había fundado, y había llegado á ser el primer establecimiento de su clase en la costa del Pacífico.
 (De la Barra, 1891, p. 281-282) 

El terremoto del 16 de agosto de 1906 destruyó completamente las dependencias del gran Liceo Valparaíso, en parte por los movimientos telúricos, pero tambien por el incendio que provocaron los gases y reactivos químicos que se inflamaron en el Laboratorio Químico Municipal que funcionaba en las dependencias del Liceo Valparaíso por aquella época, quemando con ello incluso la casa del rector. El liceo poseía 23 salas y un área de 17.816,35 metros cuadrados, con la superficie de los tres patios de 2.027,40 m.c y de sus salas de 1.596,57 m.c.. El edificio con las reparaciones que se habían hecho antes del terremoto costaba al gobierno más de 300.000 pesos, su biblioteca estaba avaluada en 8.500 pesos y todo el menaje en 62.135 pesos y todo aquello se perdió. (Eliz, 1912, p.134). Gran parte de la destrucción del liceo se cree que no se debió tanto al terremoto, sino a la fuerza de las llamas que tuvieron mucho combustible en el Laboratorio Químico Municipal que el mismo Carlos Rudolph intento innumerables veces mover fuera del Liceo Valparaíso (según menciona Eliz).

Fueron consumidos su valioso archivo, la biblioteca, los gabinetes de física i química i el costoso mobiliario; i además la biblioteca de don Isidoro Errázuriz que estaba depositada en una pieza contigua a la rectoría, para ser comprada por el Supremo Gobierno en 8.000 pesos con destino al Liceo. El Museo i el Laboratorio se quemaron en su totalidad, i lo mismo la casa del Rector, que contenia, fuera de su mobiliario, una valiosa biblioteca i una colección de objetos de arte. (Eliz, 1912, p.133-134)

Muchos de estos ejemplos en la perdida del patrimonio se han evitado en sociedades que han desarrollado el tema desde una perspectiva más  comprometida, contado con una noción más clara de como sistematizar y asegurar la preservación de dicho material. Las autoridades no se han hecho parte en la realización de un proyecto de ley que materialice esto debido al desconocimiento en el area y además por su interés perpetuo en la omisión y censura de las memorias y la historia.

La memoria colectiva ha constituido un hito importante en la lucha por el poder conducida por las fuerzas sociales. Apoderarse de la memoria y del olvido es una de las máximas preocupaciones de las clases, los grupos, de los individuos que han dominado y dominan las sociedades históricas. Los olvidos, los silencios de la historia son reveladores de estos mecanismos de manipulación de la memoria colectiva. (Le Goff, Jacques. 1991, p.134)

Si bien Valparaíso fue reconocida como patrimonio de la humanidad en 1972 por la UNESCO esto no ha sido causa para que se le de la relevancia necesaria en políticas ni inyecciones económicas que salvaguarden la historia, documentos, patrimonio inmaterial y, de hecho, muchas de las monumentales arquitecturas existentes en la ciudad son mantenidas en mal estado; sin mencionar el estado crítico de la ciudad puerto dentro de la UNESCO, el cual está corriendo un grave peligro por las inmobiliarias (elciudadano, 2019)

Entre las manifestaciones de relevancia en la identidad arquitectónica porteña podemos señalar el ex Hotel Colón de calle Esmeralda, el Edificio Ivens de plaza Aníbal Pinto, el edificio Esmeralda, el Edificio Subercaseaux en calle Serrano (en estado de ruina producto de la explosión e incendio del año 2007), o el edificio Ross Santa María entre las calles Bustamante, Cochrane, Valdivia y Márquez, recientemente afectado a causa del incendio del 16 de mayo de 2016. (El Martutino, 2019)

Las ultimas referencias que se han hecho a la materia en términos políticos son las intenciones que ha manifestado el presidente Sebastian Piñera en terminos de desarrollar una ley que de tratamiento a los monumentos y al patrimonio (material e inmaterial) (Ministerio de las Culturas, las artes y el patrimonio, 2019), sin embargo esta ley no habla sobre archivos ni documentos. De no involucrarse las organizaciones y profesionales calificados en el área se elaborará una ley que solo contemple aspectos monumentales con una visión procedente de la ilustración, la cual no contemple la mantención y resguardo de las memorias en colectividades como juntas de vecinos, u otras organizaciones comunitarias como ONG’s, fundaciones e instituciones de carácter privado con larga data o que generen documentación (también las hay aquellas que resguardan las memorias de damnificados en dictaduras u otros eventos).  Muchas de las opiniones que se tienen cuando se piensa en el resguardo patrimonial tienen relación con materiales clásicos como edificios neoclásicos, barrocos, romanticos, pinturas, muebles, objetos científicos y por ello se posee poco conocimiento en el mundo político de lo que se refiere al patrimonio intangible o documental, cuestión que debería estar dentro de una ley de archivos que de tratamiento a los archivos orales en específico.

   Se concluye que la situación actual del patrimonio y los archivos en Chile si bien es crítica, va poco a poco valorizándose en medio de la contingencia, pero aún no se genera el grado de conciencia necesaria en las autoridades para desarrollar el marco legal adecuado que de resguardo y sistematización al patrimonio material e inmaterial. La necesidad de que exista una relacionada a los Archivos exclusivamente, como Archivología es necesaria fuera de que ya se cuenten con pequeños diplomados. Es necesario darle la seriedad que se merece al tema e involucrar interdisciplinarmente a historiadores, bibliotecólogos, restauradores, arquitectos y todos aquellos que trabajen con lo monumental y fuentes primarias de información relevantes para las comunidades, con el objeto de preservar su memoria y difundir su quehacer en el tiempo.

ANEXOS
DECRETOS CON FUERZA DE LEY:
Decreto con Fuerza de Ley N° 7.217
Ministerio de Instrucción Pública.
25 de noviembre de 1927, establece la creación del Archivo Nacional.

Decreto con Fuerza de Ley Nº 5.200 de 1929
Ministerio de Educación Pública.
Crea la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos. Artículos 13 a 18 definen la creación y competencias del Archivo Nacional.

Decreto con Fuerza de Ley Nº 4 de 1991
Ministerio de Justicia.
Dicta normas sobre el registro, los requisitos del método de microcopia y micrograbado de documentos y las otras materias referidas en el artículo 9 de la ley Nº 18.845.

LEYES:
Ley 21.045
Crea el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.

Ley N°8.160 de 1945
Ministerio de Tierras y Colonización.
Regula el ingreso de documentos al Archivo Nacional, provenientes del Ministerio de Tierras y Colonización actualmente Ministerio de Bienes Nacionales.

Ley N°16.665 de 1967
Ministerio de Justicia.
Establece Reconstitución de inscripciones de registro de conservadores de Bienes raíces. Deroga Ley N° 15.567

Ley Nº 18.845 de 1989
Ministerio de Justicia.
Establece sistema de microcopia o micrograbación de documentos.
(Ley relacionada con Decreto con Fuerza de Ley Nº 4 de 1991 Ministerio de Justicia).
Dicta normas sobre el registro, los requisitos del método de microcopia y micrograbado de documentos y las otras materias referidas en el artículo 9 de la ley Nº 18.845.

Ley Nº 18.771 de 1989
Ministerio de Defensa Nacional.
Modifica DFL 5.200 Crea la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos.
Artículos 13 al 18 definen la creación y competencias del Archivo Nacional.

Ley Nº 19.253 de 1993
Ministerio de Planificación y Cooperación.
Artículo 30 y disposiciones transitorias.
Crea, dependiente del Archivo Nacional de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, el Archivo General de Asuntos Indígenas, con sede en la ciudad de Temuco.

Ley Nº 19.628 de 2002
Ministerio Secretaria General de la Presidencia.
Sobre la protección de datos, de carácter personal.

Ley Nº 19.799 de 2002
Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción.
Sobre documentos electrónicos, firma electrónica y servicios de certificación de dicha firma.

Ley Nº 19.880 de 2003
Ministerio Secretaría General de la República.
Establece bases de los procedimientos administrativos, que rigen los actos de los órganos de la administración del estado.

Ley Nº 20.285 de 2008
Ministerio Secretaria General de la Presidencia.
Ley de transparencia de la función pública y de acceso a la información de la Administración del Estado.

DECRETOS:
Decreto Nº 6.234 de 1929
Ministerio de Educación Pública.
Reglamento para la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Museos.

Decreto Supremo Nº 291 de 1974
Ministerio del Interior.
Fija normas para elaboración de documentos.

Decreto Nº 721 de 1980
Ministerio de Educación.
Crea comisión de selección, para los efectos de descarte de documentos oficiales.

Decreto Nº 1.193 de 1994
Ministerio del Interior.
Agrega disposición que señala a decreto 291, de 1974 que fija normas para elaboración de documentos oficiales.

Decreto Nº 181 de 2002
Ministerio de Economía
Aprueba reglamento de la ley 19.799 sobre documentos electrónicos, firma electrónica y la certificación de dicha firma.


Decreto Supremo Nº 77 de 2004
Ministerio Secretaria General de la Presidencia.
Aprueba norma técnica sobre eficiencia de las comunicaciones electrónicas entre órganos de la administración del estado y entre estos y los ciudadanos.

Decreto Nº 81 de 2004
Ministerio Secretaria General de la Presidencia.
Aprueba norma técnica para los órganos de la administración del estado sobre interoperabilidad de documentos electrónicos.

Decreto Nº 83 de 2005
Ministerio Secretaria General de la Presidencia.
Aprueba norma técnica, para los órganos de la administración del estado sobre seguridad y confidencialidad de los documentos electrónicos.

Decreto N° 719 de 2006
Ministerio de Educación
Declara Monumento Histórico a los documentos conservados en el Archivo Nacional y contenidos en el Archivo Nacional Histórico, Archivo Nacional de la Administración y Archivo de la Araucanía.

CIRCULARES:
Circular Nº 28.704 de 1981
Controlaría General de la República.
Circular sobre disposiciones y recomendaciones referentes a eliminación de documentos.

Circular N°51 de 2009
Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos
Circular sobre disposiciones y recomendaciones referentes a conservación, transferencia y eliminación de documentos.




Bibliografía

Archivo Nacional. (05 de Junio de 2019). Recuperado de https://www.archivonacional.gob.cl/616/w3-propertyvalue-47704.html?_noredirect=1
Candau, J. (1998). Memoria e identidad. Buenos Aires.
Castagneto, P. (8 de Abril de 2006). ¿Quien fue Eduardo de la Barra? Rector, escritor y animador cultural. La Estrella, Valparaíso, pág. 6.
De la Barra, E. (1891). Versificación castellana: Contribución a la academia de Santiago. Santiago: Imprenta Cervantes.
Archivo Nacional. (05 de Junio de 2019). Obtenido de https://www.archivonacional.gob.cl/616/w3-propertyvalue-47704.html?_noredirect=1
Dorado Santana, Y., & Hernández Galán, I. (2015). Patrimonio documental, memoria e identidad: una mirada desde las ciencias de la información. Library, Information Science & Technology, 33.
El Martutino. (05 de Junio de 2019). Obtenido de http://www.elmartutino.cl/noticia/sociedad/la-destruccion-del-patrimonio-arquitectonico-de-valparaiso-y-su-area-historica-unes
elciudadano. (05 de Julio de 2019). Obtenido de https://www.elciudadano.com/organizacion-social/valparaiso-patrimonio-de-la-humanidad-en-peligro/10/24/
Ministerio de las Culturas, las artes y el patrimonio. (05 de Junio de 2019). Obtenido de https://www.cultura.gob.cl/institucional/presidente-pinera-firma-proyecto-de-ley-que-promueve-el-reconocimiento-y-cuidado-del-patrimonio-cultural-de-chile/
Roggio, P., & Maldonado, C. (2012). La importancia de los archivos municipales para el resguardo de la memoria comunitaria. El caso del archivo histórico municipal de colonia Caroya. Anuario Escuela de Archivología, 5.
Samudio, P. (2002). El archivo y la identidad nacional. Congreso centroamericano de hisotoria. Universidad de Panamá.

UNESCO, D. d. (2002). Memoria del mundo. París.

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